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Infórmate sobre los signos de alerta, por qué se produce la conjuntivitis y cuándo consultar a un médico.
La conjuntivitis es una inflamación de la membrana que recubre el ojo y el interior del párpado. Sus síntomas más comunes son enrojecimiento ocular, picor, secreción y sensación de arenilla en uno o ambos ojos. En casos virales, la secreción suele ser acuosa y puede acompañarse de síntomas de resfriado. En infecciones bacterianas, la secreción es más espesa, de color amarillo o verde. La conjuntivitis alérgica provoca picor intenso, afecta a ambos ojos y se agrava con la exposición a alérgenos como el polvo o el polen.
A veces puede ser difícil distinguir la conjuntivitis de otros problemas oculares. Por eso es recomendable consultar con un médico si los síntomas empeoran o no mejoran en unos días. Un diagnóstico a tiempo ayuda a evitar complicaciones y a reducir el riesgo de contagio si es infecciosa.
Sí, tanto la conjuntivitis viral como la bacteriana son contagiosas. Se transmiten fácilmente por contacto directo con secreciones oculares, manos contaminadas, toallas o superficies. La conjuntivitis viral es especialmente frecuente en niños y suele ir acompañada de síntomas respiratorios como tos o congestión.
El periodo de contagio suele durar mientras persistan los síntomas, sobre todo el enrojecimiento y la secreción. Por eso, es fundamental mantener una buena higiene: lavarse las manos con frecuencia, evitar tocarse los ojos y no compartir objetos personales como almohadas o cosméticos.
En cambio, la conjuntivitis alérgica no es contagiosa. Está relacionada con la exposición a alérgenos como el polen, el polvo o los ácaros, y suele mejorar con antihistamínicos o evitando los desencadenantes.
Si no estás seguro del tipo de conjuntivitis que tienes, una consulta médica puede ayudarte a identificar la causa y a tomar las medidas adecuadas.
Existen diferentes tipos de conjuntivitis, según su causa: • Conjuntivitis viral: suele estar provocada por adenovirus y es altamente contagiosa. A menudo se presenta junto a síntomas de resfriado. • Conjuntivitis bacteriana: causada por bacterias como Staphylococcus o Streptococcus. Puede generar secreción espesa de color amarillo o verde. • Conjuntivitis alérgica: provocada por alérgenos como el polen, los ácaros o el pelo de mascotas. Suele afectar ambos ojos y causar picor intenso. • Conjuntivitis irritativa: relacionada con la exposición a humo, cloro, productos químicos o cuerpos extraños en el ojo.
Los síntomas pueden variar ligeramente según el tipo, pero los más comunes son enrojecimiento, escozor y secreción ocular. Un médico puede identificar la causa en función de tu historial y, si es necesario, mediante una exploración o pruebas adicionales.
Un diagnóstico correcto es clave para elegir el tratamiento adecuado. Las conjuntivitis bacterianas pueden requerir colirios antibióticos, mientras que las virales suelen mejorar por sí solas. En los casos alérgicos, se recomiendan antihistamínicos o colirios con corticoides si los síntomas persisten.
El tratamiento de la conjuntivitis depende de su causa: • Conjuntivitis viral: suele desaparecer por sí sola en 7 a 10 días. Aplicar compresas frías y usar lágrimas artificiales puede aliviar la molestia. • Conjuntivitis bacteriana: generalmente requiere colirios o pomadas antibióticas recetadas por un médico. • Conjuntivitis alérgica: responde bien a antihistamínicos, colirios específicos y evitar el contacto con alérgenos como el polvo o el polen.
Un médico puede recetar el tratamiento adecuado y orientarte sobre los cuidados necesarios según tu caso. No se recomienda la automedicación ni reutilizar colirios antiguos, ya que un tratamiento incorrecto puede empeorar los síntomas o provocar efectos secundarios.
Las consultas médicas en línea son una opción segura y eficaz para evaluar los síntomas de conjuntivitis. Un médico autorizado podrá revisar tu caso, valorar si necesitas medicación y darte recomendaciones personalizadas para controlar las molestias.
Aunque los casos leves de conjuntivitis pueden mejorar sin tratamiento, es recomendable acudir a un médico si: • Los síntomas duran más de unos pocos días • La visión se vuelve borrosa o aparece dolor ocular • Hay enrojecimiento o hinchazón intensos • Se presenta secreción espesa o formación de costras • Los síntomas afectan a un recién nacido o a una persona con inmunidad debilitada
En estas situaciones, una evaluación médica es esencial para descartar problemas oculares más graves y comenzar el tratamiento adecuado a tiempo.
Tanto en adultos como en niños, una consulta médica rápida ayuda a prevenir complicaciones y acorta la duración de la enfermedad. Si es la primera vez que tienes conjuntivitis o se trata de un caso recurrente, un médico puede ayudarte con un diagnóstico claro y un plan de tratamiento personalizado.
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